martes, 14 de marzo de 2017

Mitomanía, la mentira del subconsciente


¿Por qué miente la gente?


Supongo que quien lea esto y se haga esta pregunta remueva su pasado y recuerde alguna vez que tergiversó la realidad. Los motivos que todos tenemos para mentir es simple, normalmente sacamos un beneficio de que la realidad sea una y no otra o más bien de que a quien queramos convencer crea esto.

Por lo tanto la mentira sigue un proceso lógico. Nosotros no queremos que, por ejemplo, una persona sepa algo de nosotros y por eso no le contamos la verdad y de esa forma sacar un beneficio.

Sin embargo ¿Nunca os habéis encontrado con alguna persona que miente descaradamente hasta puntos ridículos esperando que os lo creáis todo pero que no saca ningún beneficio de esa mentira?

Esa persona de la que estoy hablando probablemente sería catalogado por todos como un mentiroso compulsivo, pero la realidad es que tiene un trastorno de la personalidad llamado Mitomanía.

El mitómano es una persona que ha desfigurado de forma constante los límites de la verdad y la mentira. Suelta falsedades de forma habitual y sin ningún filtro u objetivo solo porque le hace sentir bien y su subconsciente entiende las mentiras que dice como una verdad que asume como real, viviendo en una realidad totalmente distorsionada.

Un mitómano se siente inferior a los demás y por ello su subconsciente crea una necesidad irracional desde pequeño de generar mentiras que compensen constantemente sus inseguridades.

Para explicarlo de forma clara, los mitómanos usan la mentira como los drogadictos la comida, la usan para saciar su adicción a la aprobación de otros.

El problema viene de que todo el mundo necesita tener una sintonía entre su percepción de la realidad y lo que dicen de ella. Por eso cuando mentimos nos sentimos incómodos, nerviosos y presentamos signos de eso a través de nuestra expresión.

Una persona que ha convertido su vida en una constante de mentiras tiene una disonancia terrible y por ello, porque no puede vivir con esa incomodidad, su subconsciente transforma su percepción de la realidad para que encaje con la necesidad de mentir compulsivamente para saciar su necesidad de aprobación.

El ejemplo perfecto de una conversación con un mitómano seria algo como:

-Me acabo de comprar esta camiseta
-Que curioso, yo me he comprado la misma camiseta ayer.- dice el mitómano siendo esto mentira.

Como podemos ver en este ejemplo el mitómano ha desarrollado de forma compulsiva la necesidad de ser reconocido como una persona con buen gusto, por ello ha soltado una mentira absurda que no le aporta un beneficio aparente pero que él mismo se creerá.

Su adicción a la mentira y el hecho de que la disonancia esté desactivada por la acumulación de la mentira crean una alteración emocional muy grave y sumamente común.

Características del Mitómano:


Se puede detectar si una persona padece esta enfermedad. Concretamente la forma de verlo es si tiene algunas de las siguientes características.

1. Cambian sus historias todo el tiempo, incluso en ocasiones, no mantienen algo que habían sostenido previamente.
2. Exageran demasiado los relatos acerca de cualquier cosa, desde la más simple hasta la más importante.
2. Siempre tienen una historia semejante, incluso mejor, que la que alguien les cuenta a ellos.
3. Viven una especie de realidad paralela, le dan otro significado a los conceptos de mentira y verdad.
4. Se defienden enérgicamente ante cualquier cuestionamiento de sus dichos.
5. Suelen tener baja autoestima aunque nunca lo demuestran.
6. Suelen olvidar lo que contaron.
7. Suelen ser personas muy inseguras aunque nadie pueda notarlo.
8. Anomalías cerebrales de los mentirosos compulsivos.

¿Por qué la gente se vuelve mitómana?


Pues esta enfermedad, aunque cualquiera puede adquirirla si entra en una dinámica de mentira compulsiva mezclada con baja autoestima, casi siempre nace en la infancia.

Personas que sufren de algún trastorno de personalidad personas con un ánimo muy alto, alegres, superficiales, frívolas, que no son constantes y responsables.
  • La insatisfacción o necesidad constante de aprobación, admiración y afecto.
  • Las conductas ambivalentes, familias que aparentan una posición social que no tienen, matrimonios que fingen una relación inexistente o padres que mantienen en secreto una doble vida pueden incitar  la mitomanía en sus hijos.
  • La baja autoestima los mitómanos son personas que no se aceptan como son.
  • También  se puede heredar.
  • 1 comentario:

    1. Lo de mentir, viene de la época en que nuestros antepasados se convirtieron en cazadores, porque resulta más rentable engañar a la presa, que pelear con ella o perseguirla. Más tarde, ese comportamiento se adoptó a los sofisticados sistemas sociales que vinieron después. El acto de mentir está tan arraigado en nuestra sociedad, que si alguien se obstina en decir siempre la verdad, llegará un momento en que los demás creerán que este alguien está mintiendo. Si no me creéis, haced la prueba. Pasad una temporada larga diciendo la verdad, y ya veréis cómo empiezan a pensar que estás mintiendo.

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